Pese a que el trastorno orgásmico masculino no es lo más habitual en nuestras terapias sexológicas, cada vez son más los hombres que vienen a la consulta para hacer frente a esta situación. En la mayoría de los casos, estos ya han buscado por internet soluciones; incluso han hablado con algún amigo o compañero, pero no han encontrado una respuesta.
El trastorno orgásmico masculino es la dificultad o incapacidad de lograr un orgasmo. Hay que recordar que esta situación no es sinónimo de falta de deseo o de excitación, aunque en casos puntuales puede darse una falta de ganas de mantener relaciones sexuales.
¿Qué es el trastorno orgásmico masculino?: Definición y síntomas
Si vemos la definición que nos da el DSM-IV-TR, este trastorno “es la ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo a pesar de una fase de excitación sexual”. El orgasmo hoy en día se ha convertido en una meta a lograr en todas las relaciones, y esto puede crear presión. Sin embargo, hay que recordar que cada persona vive esta situación de una u otra manera.
La incapacidad de lograr el orgasmo puede producir un malestar a la hora de tener relaciones sexuales. No obstante, hay que tener en cuenta que, dentro del trastorno orgásmico masculino, desde la sexología, clasificamos dos situaciones; la anorgasmia y la eyaculación retardada. La primera es la imposibilidad de lograr el orgasmo ante una estimulación adecuada y la segunda es la dificultad para lograrlo.
La primera es fácil de detectar, aunque no es tan fácil de definir qué es una “estimulación adecuada”. En la segunda disfunción orgásmica masculina, nos encontramos con la dificultad de no poder determinar el tiempo a partir del cual se puede hablar de retardo orgásmico. Por norma, se ha establecido 25 minutos, pero es imposible aplicar este tiempo en todos los casos.
Existen diferentes situaciones. Por un lado, están los hombres que no pueden alcanzar el orgasmo mediante el coito (la penetración) pero sí que logran hacerlo mediante otros mecanismos como la masturbación o el sexo oral; es la más habitual (en torno al 85%. Master & Johnson. 1994).
También está la situación de quienes sí pueden llegar al orgasmo con la penetración, pero solo si han tenido una larga estimulación previa, o quienes tienen anorgasmia con la masturbación de la pareja, pero no con otras prácticas.
Lo que es común en todas estas situaciones son las consecuencias: insatisfacción en las relaciones sexuales, ansiedad, rabia, irritabilidad, inseguridad, rechazo, se empieza a vivir la relación sexual como algo desagradable.
Causas principales del trastorno orgásmico masculino
La mayoría de las ocasiones suelen ser primarias (esta situación se ha dado desde siempre), y solo en algunas ocasiones nos encontramos con secundarias (se da desde hace poco tiempo), y suele ser por trastornos médicos, situaciones de estrés, drogas o fármacos… Las causas en ambos casos son muy diversas y se pueden clasificar en dos grupos: las psicológicas y las orgánicas.
Respecto a las psicológicas o vivenciales, existen estudios muy diferentes y algunos aciertan y otros son simples conjeturas o sospechas. Desde nuestra experiencia podemos decir que algunas de las posibles razones son:
Creencias interiorizadas
Ideas religiosas (que hacen ver la sexualidad como algo negativo y que produce rechazo a todo lo sexual) o culturales (expectativas exageradas del desempeño sexual óptimo del hombre que busca alargar la relación sexual).
Estrés
No podemos separar el cuerpo de la mente ni la mente del cuerpo. Por lo que el estrés, tanto a nivel laboral como en la pareja, es un factor asociado.
Importancia excesiva
Como ocurre en la falta de erección o en la eyaculación precoz, dar excesiva importancia a la situación puede provocar que se piense demasiado en ello haciendo que el problema se agrave en lugar de disminuir.
Uso prolongado de la marcha atrás
Usar la interrupción de la penetración como método anticonceptivo, a la larga, puede producir dificultad para alcanzar el orgasmo (Haslam, 1980).
Traumas sexuales
Situaciones vividas de abuso o violaciones puede llevar a la aparición de trastornos orgásmicos masculinos.
Autoestima baja
En ocasiones una cosa lleva a la otra por lo que es difícil determinar que ha sido antes, la falta de autoestima o el trastorno orgásmico masculino. Lo que sí es habitual, es que los hombres que acuden a la terapia sexológica con esta dificultad, tengan una autoestima baja, ya que consideran que no saben satisfacer a su pareja.
Entre las causas más habituales dentro de las orgánicas tenemos:
Enfermedades
Por ejemplo, la hiperprolactinemia o la diabetes.
Consumo de drogas y fármacos
Medicamentos de tipo ISRS (antidepresivos) o los que interfieren en la respuesta nerviosa, pueden producir también este trastorno orgásmico masculino.
Causas latrogénicas o cirugías locales
Estas inciden en la zona inervada, lo que produce dificultad a la hora de alcanzar el orgasmo.
Alteraciones neurológicas
Lesiones en la médulaespinal, esclerosis múltiple y ciertas neuropatías también pueden producir este trastorno orgásmico masculino.
Posibles soluciones a este trastorno: la importancia de la ayuda profesional
En función de la causa de la disfunción orgásmica masculina, la solución o la dirección que se adoptará cambiará. Es cierto que, el 90% de las situaciones se dan por razones psicológicas, no obstante, lo primero que se recomienda es descartar las razones orgánicas. Para ello, es necesario tener una consulta con el especialista medico correspondiente.
En caso de que la razón sea orgánica, tendremos que seguir las indicaciones que nos den. En caso de que el origen no sea fisiológico, se debe iniciar una terapia sexual.
Sin embargo, son muchos los hombres que por vergüenza o por “no sentirse menos hombres” deciden intentar solucionarlo por su cuenta. Esto hace, que este trastorno orgásmico masculino, en lugar de desaparecer, se mantenga o se agrave. Por eso, ponerte en manos de un profesional de la sexología es la mejor manera de solucionarlo.
En la terapia sexológica, una vez que se detectan las causas, se adaptarán las sesiones a cada persona. Estas son algunos de las direcciones que tomaremos en la consulta.
Educación
La terapia sexológica se basa en ofrecer una correcta educación sexual. Siempre en positivo buscando superar las posibles creencias negativas sobre la sexualidad. Para ello se te guiará hacia el disfrute del encuentro y no tanto el orgasmo en sí.
Conocerte
En cierta manera, está vinculado al anterior. Conocer tu cuerpo, tus placeres y tus deseos ayuda a aprender a disfrutar del encuentro de una manera plena dejando de lado las expectativas que se habían puesto en uno mismo. Con ello logramos que pierdas el miedo a dejarte llevar.
Comunicación y prácticas
Distintos ejercicios, prácticas y estrategias para que puedas ir avanzando en casa. En ocasiones estas pautas serán para realizar de forma individual y en otras con la pareja. Así, iras conociendo el orgasmo de forma individual y, a posteriori, añadir a la pareja para que practiques diferentes posturas, maniobras… etc.
Otros aspectos
Se trabajarán también otros aspectos como los problemas en la relación de pareja (si los hubiera), la autoestima, o la ansiedad.
En resumen…
Podemos decir que la mejor manera de hacer frente a un trastorno orgásmico masculino es en una terapia sexológica. Por un lado, porque es la manera de reconocer que se tiene una dificultad, y hacerlo sin miedo, vergüenzas o tabúes. Por otro lado, porque el 90% no responde a causas orgánicas. Por esta razón, no tengas miedo en consultarnos y ponerte en manos de los mejores profesionales.
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[…] nosotros mismos nos ayuda a prevenir dificultades que pueden aparecer en el ámbito sexual, como la anorgasmia o la eyaculación […]
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