El vaginismo es un problema más habitual de lo que se piensa. Sin embargo, a pesar de esto, a muchas mujeres les da vergüenza reconocer que sienten dolor en la penetración, y que eso les ocasiona dificultades en las relaciones sexuales. Este silencio puede deberse a que piensan que es algo que solo les sucede a ellas.
Consideramos que, si la sexualidad dejase de ser entendida de una forma vergonzosa y con un aura de tabú, hablar de estas situaciones posiblemente sería más fácil, y esto ayudaría a afrontarlas con mayor naturalidad. En este post, vamos a hablaros del vaginismo, sus causas, qué es y cómo solucionarlo.
¿Qué es el vaginismo?
Podemos definirlo como la contracción vaginal espasmódica que imposibilita la penetración durante una relación sexual. No obstante, no hay que confundirlo con la dispareunia, ya que, pese a ser similares, no son la misma dificultad.
A grosso modo, podemos decir que la dispareunia es el dolor persistente que se da durante o después de la penetración; en cambio, en el vaginismo, existe una imposibilidad para que esto se produzca. En la primera se puede alcanzar el coito y en la segunda no.
Como veremos después, hay diferentes causas del vaginismo; estas pueden ser desde cuestiones anatómicas o musculares, hasta una experiencia o vivencia negativa en la sexualidad.
Lo importante es que, por una u otra razón, las mujeres que sufren este problema no logran tener una penetración completa, por lo pueden sentir que sus relaciones sexuales no son plenas ni satisfactorias. Desde Xarma, apostamos por centrarnos más en las soluciones que en las causas por las que existen problemas al penetrar.
Principales síntomas del vaginismo: cómo diagnosticarlo
Hay ciertos síntomas en el vaginismo que te ayudarán a identificar si tu problema está relacionado con ello. Aunque cada mujer es un mundo, hay señales comunes para saberlo, y, a continuación, te explicamos algunas de ellas:
Dolor durante el coito
El nivel del dolor puede ser diferente en cada mujer; sin embargo, el sentir esta sensación, será prácticamente imposible proceder a la penetración durante el encuentro sexual.
Sensaciones negativas
Durante la penetración, puede ser que, además de dolor, se tengan picores o ardores derivados del roce. Esto muchas veces es debido a la falta de excitación que puede producir este malestar, que conlleva una disminución de la lubricación y, por consiguiente, un mayor roce en la zona vaginal.
Incomodidad
Debido a este dolor, muchas mujeres sienten una gran incomodidad y un rechazo a practicar relaciones sexuales, dejando de lado de forma permanente la penetración en todos sus encuentros.
Imposibilidad de penetración
En este punto, no nos referimos únicamente a la penetración del pene. Hay mujeres en las que esta imposibilidad se les amplía a la hora de introducir un tampón, dedos, dildos, o al hacer una revisión ginecológica.
Por qué tengo vaginismo: causas principales
Hay diferentes niveles en función de las razones que lo hayan originado; no obstante, en todos los casos, se basan en el miedo al dolor que se manifiesta durante la penetración, que suele generar terror a modo de defensa.
Este puede aumentar la contractura de los músculos pélvicos, agravando los síntomas. Por ello, trataremos de dar un poco de luz en cuanto a las causas del vaginismo, que te llevan a tener problemas al penetrar.
Mayor contractura de los músculos pélvicos y vaginales
Algunas mujeres sufren de un aumento del tono y la masa muscular, que genera una barrera para la penetración vaginal.
Violación
Tras un episodio de este tipo, es habitual que la vagina y el suelo pélvico, de forma inconsciente, bloqueen el acceso a cualquier tipo de penetración. Se sufre tras una experiencia traumática.
Post-Parto
Después de un dar a luz, la vagina puede quedar resentida y producir dolores, picores o molestias; el cuerpo, una vez más, a modo de defensa, bloquea el acceso a la zona.
Miedos previos
Esta suele ser una de las causas más habituales. Los miedos pueden tener como origen los tabúes y la falta de información, aunque, en muchas situaciones, son simplemente, una creencia equivocada sobre la penetración. Frases como “me va a doler”, “eso no puede entrar” o “lo voy a pasar mal”, suelen conducir a experimentar vaginismo.
Mala ejecución del compañero
Hay situaciones donde la pareja, por miedo o temor a hacer daño a la mujer, realiza posiciones o empujes no adecuados durante la penetración, creando un malestar en la mujer que tendrá como respuesta el rechazo.
Otras razones
Experiencias poco agradables en encuentros sexuales previos, y sentimientos de culpa o de estar haciendo algo mal, pueden llevarnos a estar frente a un problema de este tipo.
Soluciones y tratamiento para el vaginismo
Lo más habitual es que, las mujeres que se encuentran en esta situación, busquen evitarla para poder dominarla. Es decir: si no se afronta, no hay dolor, y con ello no hay miedo. Este tipo de solución, más allá de resolver el problema, lo que hace es agravarlo.
Para abordar dificultades por el aumento del tono muscular, ante situaciones de miedo se suelen usar mecanismos de aproximación sucesiva. Es decir, ir poco a poco. Hay que lograr que el dolor deje de ser dolor y pase a ser molestia, y después incomodidad.
Para ello, se puede optar por la introducción paulatina de un dedo en el interior de la vagina de forma que, pasados unos segundos, se podrá identificar la diferencia entre ambas sensaciones.
Una vez que seas capaz de mantener introducido el dedo durante un tiempo, se trabajará introduciendo más dedos, y, posteriormente, se podrán usar dilatadores para ir naturalizando la situación.
Teniendo en cuenta que, en el vaginismo, existe un aumento de la contractura muscular pélvica, una forma interesante es aprender a ejercitar y relajar la musculatura. Para esto, la fisiosexologia es la clave, ya que se trata de la rama de la fisioterapia que se encarga del suelo pélvico. Los ejercicios más habituales son los ejercicios de Kegel.
Se definen como trabajos no eróticos que sirven para asentar las bases del juego; no obstante, en caso de tener pareja, lo interesante es que también acuda a la terapia sexológica para que se pueda trabajar en conjunto.
Consulta con nuestros profesionales en Xarma
Si crees que tú o tu pareja podéis encontraros frente a una situación de vaginismo, no dudes en llamarnos y en ponerte en manos de nuestro equipo de profesionales, ya que la mejor manera de afrontar y resolver este problema es con un personal de calidad.
Un problema que sufre un número de personas mucho mayor de lo que se cree. Creo que es fundamental hablar de ellos para que deje de ser un tabú y así que las personas afectadas puedan buscar ayuda y superarlo.